En tiempos de la pandemia provocada por el Covid-19, se evidencia la importancia de dos factores a nivel socio-cultural y económico: la capacidad de cada país afectado por el virus para desplegar su talento humano y, al mismo tiempo, su capacidad para aplicar la tecnología en post de superar esta adversidad de escala mundial con impacto local.
La infección ha calado de manera muy diversa en cada uno de los países afectados. En ese sentido, desencadenó consecuencias que van desde las situaciones más extremas, como el colapso del sistema sanitario italiano, pasando por los esfuerzos chinos de contención en Wuhan (epicentro de origen del virus), hasta casos de contención y resguardo como el capítulo que se vive actualmente en Argentina, a partir de la cuarentena preventiva social y obligatoria establecida por el gobierno.
El capital humano y la tecnología en el sector de la salud vienen siendo dos factores claves, ya que permiten velocidad de respuesta ante la emergencia en línea con el esfuerzo por salvar la mayor cantidad de vidas posibles.
Desde el punto de vista de la prevención, se aplican tecnologías contactless para el monitoreo de la temperatura corporal de personas en lugares de tránsito (como los aeropuertos). Se recurre, además, a drones dotados de cámaras térmicas, para tomar a distancia la temperatura de los habitantes de los edificios o grandes urbanizaciones, con tan solo que aquellos se asomen a un balcón o ventana, como puede observarse en este video.
En nuestro país, la solidaridad se conjuga con la capacidad de técnicos y estudiantes de ingeniería, al prosperar iniciativas para fabricar diversos insumos médicos de gran utilidad frente a la emergencia sanitaria. Cuidar a los profesionales de la salud en su lucha contra el coronavirus es la fuerza motora que despierta la creatividad para este tipo de emprendimientos.
La iniciativa colectiva y la impresión 3D permiten que médicos y enfermeros cuenten con máscaras faciales (Crédito: Coronathon)
“Coronathon” es una iniciativa colectiva reciente que imprime máscaras faciales en 3D destinadas a médicos y enfermeros. Según consigna en su sitio web, se trata de una movida que aglutina más de 400 personas trabajando e imprimiendo desde sus hogares. Ya llegan entregadas a la fecha 550 máscaras faciales y registran el desafío de imprimir más de 43.000 máscaras. En su web, se explica el mecanismo para hacer las donaciones de los insumos necesarios para fabricar dichas máscaras (incluyendo acetato transparente, filamento plástico, elástico, alcohol y lavandina), o para realizar aportes en la impresión 3D. Asimismo, el sitio web permite que los centros de salud registre un pedido, y se ofrece la posibilidad de donar las máscaras impresas a partir de la colaboración económica de la gente.
Válvula para respirador, impresa en 3D (Crédito: Guillermo y Gerónimo Cabrera - Te doy una mano)
Otro caso en Argentina es el emprendimiento solidario “Te doy una mano”, que fabrica un insumo esencial para los respiradores recurriendo también a la tecnología de impresión 3D. A partir de identificar lo que sucedía en Italia (la falta de un insumo fundamental para los respiradores - las ´válvulas venturini´- que son desechables), estos emprendedores llamados Guillermo y Gerónimo Cabrera, padre e hijo, vieron la necesidad de adelantarse a este problema y comenzaron a fabricar este elemento imprescindible que sería requerido en forma inminente en el contexto local. A la fecha, llevan impresas más de 70 válvulas para hospitales de la Argentina.
La creatividad, la innovación y la tecnología se conjugan con la solidaridad en tiempos de crisis y pandemia.
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