Un denominador común atraviesa las grandes ciudades alrededor del mundo: la dificultad y el tiempo que emplea una persona para movilizarse entre dos o más puntos, ya sea una distancia corta o considerable. Es un hecho: cada vez más, resulta complicado transitar las calles de una urbe moderna. A esta problemática, se añade el impacto ambiental y ecológico que generan el ruido y la emisión de gases del transporte tradicional, que recurre a combustibles fósiles.
En este contexto, la bicicleta encontró un nuevo aire como medio de transporte urbano alternativo. En muchas ciudades de Europa y Estados Unidos, se ha tomado conciencia hace ya un buen tiempo, de las ventajas y el impacto positivo de esta variante para movilizarse, que incluyen entre otras, una forma saludable de trasladarse.
Desde algunos años, la utilización de la bicicleta se alienta como política de estado a nivel local de municipios y ciudades de distinta escala. En muchos casos, la bicicleta encuentra, en mayor o menor medida, su integración dentro de la trama de movilidad del diseño urbano y gana cada vez más espacio.
La tecnología, la microelectrónica y el Internet de las Cosas (IoT) suman su aporte en esta movida en dos ruedas y dan paso al nuevo perfil de la bicicleta del siglo XXI, acuñando el rótulo de “ebike”. En el caso de la Argentina, la combinación se conjuga además con inteligencia, diseño y mano de obra locales.
Podemos mencionar en un caso, la Brina 2 de la empresa EMOV con sede en Villa Lynch, provincia de Buenos Aires. Esta ebike se presenta en su sitio web como ultraliviana, gracias al diseño aerodinámico y de geometría oblicua, con una estructura fabricada en una única pieza de fibra de carbono de solo 16 kg de peso total. Asimismo, se ponderan distintas variables de Brina 2 como su economía en cuanto a uso y mantenimiento (a razón de AR$1 cada 150 km), autonomía (50 km con una carga completa de sus baterías) y una velocidad máxima de 38 km/h. Cuenta además, con luces Led traseras y delanteras, display integrado y llantas de magnesio con el motor incorporado.
Brina 2 ofrece una app hiper-smart, con funciones de GPS, navegación por mapas, bloqueo antirrobo y geolocalización. Además, también permite el encendido automático de motor y luces.
Desde Córdoba para el mundo, la Gi FlyBike se presenta como una bicicleta eléctrica plegable, una síntesis entre lo estético y lo funcional. Esta ebike es de aluminio, pesa 17 kg y cada rueda tiene solo ocho pares de rayos. Se pliega en tres segundos y en un solo movimiento. Cuenta con un sistema anti robo que bloquea a la bicicleta cuando su conductor se aleja más de tres metros. La bicicleta se integra a través de una app inteligente para smartphones, con plataformas de mapas y redes sociales. Posee con una batería de litio que le confiere una autonomía de 60 kilómetros sin ser recargada. Además, gracias a su puerto USB, también puede ser utilizada para recargar el teléfono del usuario mientras está pedaleando. Su correa de transmisión de carbono hace que no requiera mantenimiento.
El panorama es favorable: la bicicleta eléctrica es uno de los medios de transporte con más crecimiento.
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